sábado, 7 de noviembre de 2009


[Immodestly de ~Sorenquist]


la profundidad lo devoró
negando las fauces abiertas
cerrando atención a sus manos
que como sus creaciones
sienten
y se revuelven por sí mismas .
nunca vi el aire abstracto
acariciarse
pero tú, él, todo lo puede
porque eres grande
enorme hasta aburrirte
pero no encuentras hoyo
en el cual caber
y seas madre
no dadivoso esbozo
de hombre
con barba y azul
sino un adicto
para ti
hasta hartar a la nada
desde la que surge
desnudo__desnuda
destruyendo
el sueño que no lo es todo
solo es el punto de pie
para que al acostarse
pienses
en que al abrir y cerrar
no hay astillas que dilaten
sino el fondo
por donde tú mismo descendiste.

jueves, 22 de octubre de 2009

[the devil's alphabet-K de *lauren-rabbit]

quiero follar
hasta que la virginidad
se me escurra por las piernas
en una oda a María
en sus escrupulosas manos
que no abren
solo quieren pensar
en su cama__desnuda
para la pared
la ventana cerrada
la luna no brilla
para contornear su cuerpo
tampoco hay quien ver
ellos mismos se negaron
así que cierra los ojos
la sangre que escurre
no es tuya
sino de tu hijo
que nació separando con los dedos
juntos
no había más que tocar
tú y tu danza
subiendo solos a la cruz
el hombre cruza el cielo
baja
no quieres volver a tocar
no hay cura para el suicidio
de la devoración
hoy___hubieras querido ser solo otra
abriendo las piernas
al primer postor.

sábado, 5 de septiembre de 2009

01/09/09


[Nearly empty de ~VicDaR3n]


nunca volverá a ser la misma
no importa cuántas veces lo expulse
las marcas
no son las que deja el cuerpo
sino las que ves tiradas
en las calles
subiendo los ojos___orando
no hay palabras en tu mente
los gestos son el lenguaje
del hambriento____el que maldijo
y con sus manos__creo
no soñó que al sétimo día____desplomándose
se fue a descansar
no__ella se distendió
y ya no hubo garantías
solo las recompensas de la semana
de soplar polvo___cerrando los sentidos
porque el futuro
ni por los ojos de dios se ve.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Solo tienes que cruzar el cielo

[Acts of agony de ~mbdsgn]

-NO quiero volver sola.
Él dirigió la vista hacia ella. La luna ingrata había hecho acto de presencia en el manto estelar, esa noche las estrellas danzaban en lo alto, deslizándose entre los mortales y incrustándose en sus ojos negros. Su rostro estaba serio, oculto la mitad por las tinieblas que entre sus faldas se escurrían, su vista perdida en el infinito de las nubes. Mas sus manos demostraban la inquietud que se cernía en sus pensamientos, descansando sobre su regazo, se retorcían entre ellas. Como si solo fueran papel. Aquel que se deshacía y el viento se llevaba lejos. Como pronto ella los acompañaría.
-No quiero irme sin ti.
-¿No crees que ese sentimiento es algo egoísta?
-¿Y qué sentimiento no es egoísta? –preguntó escéptica.
Él admitió que perdía contra ese argumento, pero ni así cedió. Sus ganas de seguir a su lado lo consumían como si estuviera hecho de caramelo frente a un niño goloso. Pero… no podía. Ella ya tenía su vida casi consumada. Y él solo era un abogado que acababa de salir de la universidad. Y lo único que llevaba en su cartera era su tarjeta de crédito y la incertidumbre que se le presenta a cualquier recién egresado. ¡Y ella le pedía que la siguiera hacia los confines de la tierra! Volvió a negar ante sus fugaces ojos, volvió a negarse ante sus manos temblorosas, ante su sonrisa retorcida y su perfume de rosas. Se negó también ante su propio deseo de permanecer no lejos de su sombra.
-No quiero irme sin ti –repitió.
Y él ya no quería escucharlo, porque sabía que en algún momento de la noche, sus palabras dejarían de tener sentido. Y le embriagaría la perspectiva de la soledad, y sería vulnerable cada una de las descabelladas ideas de la mujer que tenía al lado. Le prometería aquellos aspectos que no estaba dispuesto a ceder en sus momentos de sensatez. Ella comenzaría hablar de esos prados en los que de niña, paseaba, donde sus juegos más importantes se habían realizado, donde sus amas de llave tenían que ir a buscarla cuando se escapaba antes de la cena. Le narraría sobre la mansión y cada una de sus alas, él la escucharía con ceremonia, haría una plano imaginario en su memoria y se internaría en aquellos pasadizos. Sus pasos retumbarían ante la luz que se cola por la cortinas de Gran Salón. Pero mientras la conciencia habían gobernara sus sentidos, él apelaría a su sentido común y sus ganas de no querer complicarle la vida. Porque ella arriesgaría mucho y él no le dejaría hacerlo.
-Nos podremos ver cuando vengas de paseo a la capital –trató de disfrazar su voz ahogada, sus ojos trémulos.
Esta vez fue el turno de ella de negar, de hundirse en aquellas quiméricas palabras. Pero ella no soñaría porque estaba cansada de hacerlo. Quería por una vez solo actuar, por eso, le pedía a él que abandonara todo y se fuera con ella. Por eso, no quería predecir con su fría lógica los revuelos que se armarían cuando no volviera a su hogar, sola. Se saltearon todos los preámbulos, sabiendo ambos que de nada servía negar lo evidente. Planearon el viaje, qué día saldría y las cosas que llevarían. Acordaron vender algunas cosas y los muebles donarlos a una institución de apoyo a la mujer, en la que él había hecho unas prácticas años pasados.
-Vamos juntos…